Perros fornicando a media calle

Lo escribí a las 2:00 am, bajo la luz de mi teléfono. Me gustó y por eso lo hago publico, si alguien lo lee, espero que le guste. Yo miento tú mientes ninguno de los dos pierde nada ambos ganamos diversión y una pizca de placer. Hasta que uno de los dos en un resbalón de sanidad mental quiere ir por algo más quiere llenar un vacío. Entonces se da cuenta de que no hay con qué llenarlo porque todo fue siempre mentiras yo mentí tú mentiste ninguno de los dos ganó nada. Y, al final, casi me perdí a mí mismo pero me encontré de nuevo por suerte en el título.